Morir es vivir porque esto no es vida, y esta lección no se olvida. Vivir me quita las ganas de vivir, prefiero dormir a vivir. Cada día el antidepresivo no consigue el objetivo. ¡Quiero sin peros morir!, ¡quiero irme al otro barrio y salir del barro!. ¿Me entiende la gente?. Soy un poeta romántico en pena y me cortaré la vena con una espada afilada samurai, ¡ay!. Responde como corresponde a este poema anatema que te regalo porque no soy malo. Gracias.