Estoy tan desolado que la muerte a mi suerte y no volver a verte se me antoja el más sabroso helado y un regalo. Estoy tan deprimido que mido mi olvido y lloro, no por oro. Estoy tan cansado que es pesado mi pasado. Resucita y vete a la cita. Despierta y abre la puerta. Gracias.